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El museo del Edomex que guarda un tesoro del Centro Histórico de CDMX


Hubo un tiempo en que el agua potable llegaba a la Ciudad de México mediante acueductos de piedra que transportaban el líquido directamente desde los manantiales donde brotaba. Conforme la ciudad creció, la mayoría de estas obras hidráulicas, algunas construidas durante las primeras décadas de la época novohispana, fueron demolidas.

De esos acueductos que ayudaban a calmar la sed de una urbe que no paraba de expandirse aún se conservan algunos vestigios. Por ejemplo, la fuente de Chapultepec que actualmente se encuentra en uno de los accesos al Metro, formó parte del acueducto del mismo nombre cuya construcción concluyó en 1582 y del cual solo se conservan algunos de sus arcos como recuerdo, sobre la avenida Chapultepec.





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