A más de tres décadas de su trágica partida, el nombre de Rodrigo González, mejor conocido como Rockdrigo González, resuena con fuerza en la historia del rock mexicano. Su música, cruda, directa y profundamente conectada con la realidad de la vida urbana, lo erigió como un ícono del movimiento “rupestre“, dejando un legado imborrable en la cultura popular del país.
Rockdrigo llegó al entonces Distrito Federal para buscar algunas oportunidades musicales. Su propuesta artística se alejaba de la grandilocuencia y la producción elaborada del rock comercial de la época. Con una guitarra acústica como principal aliada, el músico cantaba a las vicisitudes del chilango promedio: la falta de dinero, el transporte público caótico, los amores fugaces y las frustraciones cotidianas, también tenía una que otra fábula en su cabeza.
Sus letras tenían un toque de burlona ironía y un humor ácido que pocos comprendieron en la escena, pero también tenía una que otra canción de una profunda sensibilidad social, mismas que conectaron de inmediato con un público ávido de autenticidad dentro de una escena que apenas se recuperaba de la prohibición setentera del gobierno en contra de los jóvenes.
Rockdrigo González, un genio de la música mexicana
La vida de Rockdrigo González terminó de manera trágica el día 19 de septiembre de 1985, pues fue una de las tantas víctimas del terremoto que azotó al Distrito Federal. Su muerte, junto con la de su novia, significó una pérdida irreparable para la música mexicana, pues tenía una enorme carrera por delante.
Para ser testigos de su gran talento, hay canciones clásicas del músico como “Estación del Metro Balderas“, “No tengo tiempo”, “Tiempo de híbridos“, “Distante instante”, “Los intelectuales“, “Pórtate sensato”, “Ama de casa un poco triste“, “Balada del asalariado”, entre otras tantas genialidades.
Aunque su discografía oficial es limitada, principalmente conformada por grabaciones independientes y el álbum póstumo “Rockdrigo González” (editado tras su muerte), su impacto trascendió las ventas de discos. Sus canciones se transmitieron de boca en boca, en conciertos improvisados y en grabaciones caseras, consolidando su figura como un referente cultural.
Uno de sus materiales más recordados es “Hurbanistorias“. Este cassette independiende contiene algunas de las canciones mencionadas y otras como “El campeón”, “Perro en el periférico”, “Rock en vivo”, “Ratas”, “Vieja ciudad de hierro”, “Canicas”, etcétera. Hoy por hoy es reconocido como un material de culto, difícil de encontrar o muy caro de comprar.
Mira aquí el documental del movimiento rupestre:
Hoy por hoy, el movimiento rupestre sobrevive en la independencia con algunos artistas antaños que continúan dándole al rock, además de uno que otro músico nuevo que se ha sentido identificado con los ideales revolucionarios de dicha generación. Rockdrigo por su parte, ha sido inspiración de numerosos artistas de géneros como el ska, el ska punk, el folk, el rock, entre otros, donde se le han rendido algunos homenajes, incluso en vivo y en disco de estudio.
Deja una respuesta