Laura Poy Solano
Periódico La Jornada
Domingo 15 de junio de 2025, p. 7
Con una población de 60 años y más en el mundo que tendrá un crecimiento de 38 por ciento para 2030, erradicar toda forma de violencia contra este sector es una prioridad, alerta la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En el marco del Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, que se conmemora cada 15 de junio, destaca que al menos uno de cada seis adultos mayores en el mundo ha enfrentado algún tipo de abuso.
Enfatiza que uno de los retos centrales es abatir el edadismo, es decir, todos los estereotipos y prejuicios asociados a la edad, principalmente para los mayores. Se estima que 60 millones de personas en el mundo sufren depresión vinculada a la discriminación y desventajas por motivo de su edad.
En el documento Perspectivas de la Población Mundial 2024, elaborado por el Fondo de Población de Naciones Unidas, se estima que el número de habitantes en el planeta seguirá creciendo durante los próximos 50 o 60 años y alcanzará un máximo de unos 10 mil 300 millones hacia 2085, frente a los 8 mil 200 millones de 2024, antes de disminuir gradualmente hasta los 10 mil 200 millones en 2100. Alerta que para el 2080, las personas mayores de 65 años superarán en número a los menores de 18 años.
En México, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud (Ssa) entre 8.1 y 18.6 por ciento de las personas mayores de 60 años sufren algún tipo de maltrato, cifras que aumentan a 32 por ciento en el caso de personas mayores con dependencia funcional.
Además, señala, la prevalencia aumenta conforme la población envejece, presentándose con mayor frecuencia en las mujeres. Las causas del maltrato son múltiples, no obstante, la condición de vulnerabilidad en la que viven algunas personas mayores se ubica como un factor que las predispone a sufrir algún tipo de violencia.
La dependencia agrega que entre los determinantes económicos, sociales y culturales que impactan los cursos de vida de las personas mayores, se incluye la discriminación y exclusión social; falta de acceso a los servicios de salud; falta de oportunidades laborales, económicas y educativas; imagen negativa del envejecimiento y la vejez; y pérdida de roles familiares y sociales, entre otros.
En el Informe mundial sobre el edadismo, destaca que los estereotipos y prejuicios asociados con la edad tienen consecuencias graves y de gran alcance para la salud, el bienestar y los derechos humanos de las personas
, por lo que se recomiendan tres estrategias básicas para combatirlo: generar políticas públicas y leyes que ayuden a eliminar toda forma de edadismo; intervenciones educativas, y fortalecer los vínculos intergeneracionales.
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