Volkswagen está cumpliendo con sus aspiraciones y promesas. La marca germana, y el grupo automovilístico al que pertenece, está elevando sus ventas de coches eléctricos de forma notable en la mayoría de territorios, especialmente en Alemania, donde ya copan ocho de los 10 primeros puestos de vehículos ‘cero emisiones’ más vendidos.
Esta tendencia debería seguir así, aunque a finales del presente año aterrizará un modelo eléctrico que promete cambiarlo todo: el Volkswagen ID.2. Este representa los anhelos de la marca alemana sobre muchos apartados. Es un modelo ‘accesible’, pues partirá desde menos de 25.000 euros en Europa, tendrá el tamaño de un Polo y el espacio interior de un Golf, así como unas prestaciones a la altura de lo esperado.
Este será el modelo más prometedor para Volkswagen, pues es el que aspira a cambiarlo todo y dar a la compañía un número de ventas realmente alto. Por ende, en Volkswagen ya ultiman todos los detalles necesarios, por lo que han decidido salir a recorrer las calles para rematar un producto que mucha gente ya espera en Europa.
Volkswagen ‘remata’ un producto de vital importancia antes de su lanzamiento
La versión de producción del Volkswagen ID.2 no será presentada oficialmente hasta el próximo mes de septiembre, durante el Salón del Automóvil de Múnich, y llegará al mercado un par de meses más tarde. Esto deja a la marca con un margen de cinco meses para depurar todos los posibles flecos sueltos y por ello han comenzado con las pruebas del mismo en carreteras abiertas.
Han sido los compañeros del medio Autocar quien han conseguido fotografiar al futuro Volkswagen ID.2 siento testado en las inmediaciones del archiconocido circuito de Nürburgring, en Alemania. Bien es cierto que para todos, este coche podría pasar desapercibido, ya que desde la marca lo han disfrazado exteriormente como un Polo actual para no llamar la atención. No obstante, son muchos los elementos exteriores que saltan a la vista y que hacen predecir que no es un Polo ‘habitual’.
Entre sus muchos elementos distintivos, el frontal deja un voladizo más corto, unos parachoques diferentes, luces traseras más pequeñas y un portón del maletero distintivo. Todos estos detalles revelan que, bajo esta carrocería, se encuentra el modelo final del Volkswagen ID.2, amén de haber estado circulando en modo totalmente silencioso, como cualquier vehículo eléctrico, una capacidad que el Polo no tiene a día de hoy.
Andreas Mindt, jefe de Diseño de Volkswagen, declaró recientemente al mismo medio que la versión definitiva del ID.2 “es incluso mejor de lo que esperábamos. Por ello, es un producto que me gusta mucho y es una de las razones por las que soy tan optimista sobre nuestro futuro”.
Se espera que el Volkswagen ID.2 definitivo aterrice por un precio de partida de menos de 25.000 euros para la versión de acceso. En el mejor de los casos, su autonomía se prevé que ronde los 400 kilómetros y su potencia los 150 CV. No obstante, para conocer estos datos con oficialidad habrá que esperar al próximo mes de septiembre.
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