Los perros son el animal de compañía más popular en México. De hecho, se cree que existe por lo menos un lomito en la mitad de los hogares mexicanos en promedio, donde se les considera las mascotas más queridas.
Sin embargo, el manejo de sus desechos biológicos puede ser un problema. En promedio, un perro puede producir alrededor de 600 gramos de heces sólidas y medio litro de orina, de acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México.
Estos desechos deben manejarse con sumo cuidado por varias razones. Una de ellas es el fecalismo, el cual se refiere a la contaminación por la degradación de heces fecales al aire libre, las cuales pueden liberar virus y bacterias que causan enfermedades a otros animales o al ser humano.
Las fuentes de agua, el aire e incluso la composición del suelo pueden ser afectados por un inadecuado manejo de las heces de los lomitos y otras mascotas, por lo que debes saber cómo hacerlo correctamente.
¿Cómo eliminar las heces de mi perro correctamente?
De acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente capitalina, si estás en casa, la mejor manera de deshacerte de la popó de tu perro es tomarla con papel de baño biodegradable y arrojarla al inodoro.
También puedes emplear papel periódico, aunque éste no debes lanzarlo a la taza del baño, sino apartarlo y desecharlo junto con los otros papeles y basura de tipo orgánico biológico de tu casa.
La dependencia advierte sobre el uso de bolsas de plástico no biodegradables. Durante su descomposición, las heces generan gases, como el metano, lo que podría hacerlas explotar, expulsando todavía a mayor distancia sus componentes.
Lo mejor en la calle es utilizar bolsas biodegradables certificadas o, en su defecto, papel periódico. En muchos parques con áreas para perros hay dispensadores inteligentes, cuyo contenido es transformado en composta y biogás.
¿Y la orina?
Mucha gente cree que solo las heces sólidas contaminan, pero la realidad es que la orina también tiene un alto potencial de polución por fecalismo, por lo que debes lavar la zona en la que tu lomito hizo pipí.
Las autoridades señalan que la orina no solo contamina la tierra y el agua, también modifica el comportamiento de las especies silvestres, pues detectan la presencia de tu perro. Para evitarlo, lava el sitio donde se orinó tu mascota con un limpiador que contenga oxígeno activo o enzimas.
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