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Hay uno galáctico en nuestro Sistema Solar


El espacio exterior es una eterna fuente de objetos misteriosos y de secretos insondables que, poco a poco, va descubriendo y explicando la humanidad. Pero pareciera que mientras más se sabe, más preguntas quedan. Como ejemplo tenemos a estos centauros galácticos en nuestro propio Sistema Solar.

Los centauros espaciales: nada que ver con las criaturas mitológicas

Los centauros eran seres fantásticos que tenían la cabeza y el torso de un ser humano con patas y cuerpo de caballo. Pero en astronomía, estos existen. Son objetos del espacio del tipo híbrido que exhiben características de cometas y asteroides y que se encuentran orbitando entre Neptuno y el Sol.

Por lo general, no tienen la clásica cola típica de los cometas pero algunos, si se acercan lo bastante al Sol, muestran una actividad cometaria al desarrollar la cola. Gracias al telescopio James Webb, se conoce un poco más de uno de estos elementos espaciales que ha sido bautizado como Quirón.

Quirón: un objeto espacial con peculiaridades únicas

Este es, entre los centauros del espacio detectados hasta ahora, el que más ha causado desconcierto entre la comunidad astronómica a pesar de que fue avistado por primera vez en 1977 pero la tecnología de aquel entonces no era lo bastante precisa para revelarnos sus extrañas particularidades.

En este sentido, un equipo de investigadores adscrito al Instituto Espacial de Florida de la Universidad de Florida Central, en los Estados Unidos, analizando los datos del James Webb ha deducido que este cuerpo posee una química en su superficie que es diferente a la de otros elementos similares.

Sus descubrimientos fueron publicados en la prestigiosa revista Astronomy & Astrophysics, especializada en temas del espacio exterior. Los estudios muestran una composición muy singular (tan particular como los cometas oscuros que tanto inquietan a la NASA), ya que tiene emisiones combinadas gaseosas.

Con un análisis que incluyó la tecnología espectrométrica, se descubrió que estas emisiones contienen hielo de agua junto con gas metano. Asimismo, tiene presencia de monóxido y dióxido de carbono, acetileno, etanol y propano en toda su superficie. Todo ello en conjunto con una coma de metano puro.

Con la coma nos referimos a la cola cometaria que se observa en algunas ocasiones y que también contiene dióxido de carbono. Como se puede observar, este cuerpo tiene una química extraordinariamente compleja y sin precedentes la cual se relaciona con otros cuerpos del tipo cometario que transitan el espacio.

Sin embargo, ninguno presenta esta gran diversidad de elementos en su composición como este tipo de centauros. Es de señalar que el poseer carburos ligeros como son el acetileno y el etano sugiere que su origen son regiones del espacio frías y se formó por radiación del metano en entornos también muy fríos.

Las temperaturas que muestra también son intrigantes

La temperatura en la superficie, de estos centauros, también es motivo de sorpresa puesto que se estima en -212 °C la que facilita que el hielo de agua amorfo encierre el metano. Este detalle ya había sido observado en otros astros que posiblemente tengan material orgánico, pero en entornos y condiciones distintas.

Por otra parte, Quirón tiene una temperatura de equilibrio de aproximadamente -133 °C, lo que explica la presencia de hielos volátiles observados en su superficie. Asimismo, cuando la radiación solar es directa su temperatura es de 183 °C lo que es suficiente para sublimar algunos compuestos que contiene.

En conclusión, los centauros son cuerpos celestes muy extraños pero apasionantes de estudiar como todos los del espacio (aunque la NASA ha descubierto un asteroide que podría impactar contra la Tierra). Sin embargo, Quirón muestra unas particularidades que son únicas que lo diferencian de todo lo visto hasta ahora.



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