La micción masculina de pie, arraigada en la costumbre para muchos, está siendo objeto de un creciente escrutinio científico que sugiere posibles desventajas para la salud. Aspectos cruciales como el vaciado completo de la vejiga y la higiene personal podrían verse influenciados negativamente por esta postura, en contraste con la sentada. Es importante señalar que las preferencias y normas relacionadas con la posición al orinar presentan una notable diversidad cultural y geográfica a nivel mundial.
Las prácticas de micción masculina varían significativamente entre países y culturas. Mientras que en algunas naciones orinar de pie se considera la norma socialmente aceptada, en otras, la postura sentada es mucho más común. Estas diferencias culturales pueden estar moldeadas por una variedad de factores, incluyendo tradiciones sociales, consideraciones de salud pública y la infraestructura sanitaria disponible en cada contexto.

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Qué revela la ciencia sobre la mejor postura para orinar
Especialistas en urología resaltan un factor fisiológico clave: el flujo de orina y el vaciado eficiente de la vejiga. La capacidad fisiológica de la vejiga urinaria oscila entre los 250 y 300 centímetros cúbicos antes de generar la sensación de necesidad de orinar. Para un vaciado completo y efectivo, se requiere un sistema nervioso intacto que coordine la alerta al cuerpo y la relajación del esfínter y los músculos del suelo pélvico, permitiendo la contracción de la vejiga.
Al orinar en posición sentada, se produce una relajación óptima del esfínter de la vejiga y de los músculos del suelo pélvico. Simultáneamente, la vejiga se contrae de manera más eficiente, facilitando un vaciado completo. La relajación muscular que se produce al estar en esa posición permite que la orina se expulse en su totalidad, minimizando la posibilidad de goteos posteriores y asegurando que la vejiga se vacíe por completo, lo que podría tener beneficios a largo plazo para la salud del tracto urinario.

Un aspecto adicional, aunque menos discutido, de la micción masculina, es la higiene. En los hogares, orinar sentado reduce significativamente la posibilidad de salpicaduras y la consiguiente suciedad alrededor del inodoro. Estos pequeños restos de orina, que a menudo se ignoran, pueden fomentar el crecimiento bacteriano, especialmente en baños con poca higiene, lo que podría aumentar el riesgo de infecciones cutáneas.
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