
Tras el estreno de la serie Chespirito: sin querer queriendo en Max, Eugenio Derbez decidió compartir una historia que, hasta ahora, había guardado con discreción.
En un video publicado en su cuenta de Instagram este 6 de junio, el comediante reveló que en 1997 vivió su primer gran fracaso profesional con la telenovela cómica No tengo madre, y que en medio de esa etapa recibió una carta inesperada: un mensaje lleno de aliento y sabiduría escrito por el mismísimo Roberto Gómez Bolaños, Chespirito.
“Era una telenovela muy diferente para la época, en un horario rodeado de dramas para amas de casa”, contó Derbez en el video. Aunque el actor la considera uno de sus retos creativos más importantes, la serie fue retirada del aire por bajo rating, lo que lo sumió en una profunda tristeza. “Me deprimí mucho”, confesó.

Pero alguien se dio cuenta de lo que estaba pasando. Roberto Gómez Bolaños, ya consagrado como uno de los creadores más influyentes de la televisión mexicana, no solo se interesó en el trabajo de Derbez, sino que tomó la decisión de escribirle personalmente.
“Nunca lo voy a olvidar”, dice Eugenio. Y no es para menos. La carta, escrita el 6 de mayo de 1997, contiene un mensaje que es al mismo tiempo un consuelo, una lección de vida y un manifiesto sobre la valentía de innovar en el medio.
La carta está firmada con afecto y admiración. En ella, Chespirito aplaude a Derbez por atreverse a proponer algo nuevo y advierte sobre los peligros de buscar el gusto de todos. A continuación te dejamos la transcripción completa de la carta.

Distrito Comedia
Estimado Eugenio:
Por diversas razones (principalmente de trabajo) tuve muy pocas oportunidades para ver No tengo madre. Sin embargo, a lo poco que vi le añado comentarios al respecto (de mi hijo Roberto, por ejemplo) y los artículos periodísticos alusivos a tu obra, de modo que la suma refleja un saldo francamente positivo. No obstante, he leído que a raíz de que la telenovela salió al aire, tú te has sentido deprimido. Y eso no se vale.
Pero no vayas a pensar que estas líneas constituyen algo así como “mi más sentido pésame”. No, lo que quiero decir es que, en mi opinión, hiciste algo sumamente valioso: intentar algo nuevo, algo diferente.
Quien no tiene valor para hacer esto, que se quede vasto terreno de la mediocridad en el que están cómodamente asentados todos aquellos que ya han renunciado a la trascendencia.
Por otra parte, yo no sé si tu telenovela fue un gracaso. O para decirlo de mejor manera, no sé si fue considerada como un fracaso. De cualquier modo, déjame recordarte algo: en cieta ocasión se estrenó una ópera que fue repudiada por la crítica y por el público… Se reestrenó después y sucedió lo mismo, pero hubo un tercer intento y esta vez fue un éxito grandioso; como lo sigue siendo hasta la fecha, pues la ópera en cuestión era La Traviata, ¿qué significa esto? Algo muy simple: el público también suele fracasar.
Para concluir, te diré algo que he repetido en inumerables ocasiones: no existe la fórmula del éxito; pero existen, en cambio, muchas fórmulas del fracaso.
Y la mejor de éstas es tratar de halagar a todo mundo. Quien intenta satisfacer el gusto de todos, termina por obtener el disgusto de todos. Por tanto, no hagas concesiones. Haz únicamente aquello que a ti te satisfagay ten fe en que tu elección será compartida por muchos. A los que no les guste, que cambien de canal o que vayan al otro teatro o a otro cine.
Y en esto de no hacer concesiones, la primera que se debe evitar es la abusrda búsqueda del ‘rating’, ¿Que éste determina, desgraciadamente, la permanencia de nuestros programas? Bueno, digamos que sí. Pero el ´rating’ debe ser siempre una consecuencia y jamás un objetivo.
Independientemente de que, en algunas ocasiones, no siempre por fornuna, el famoso rating va íntimamente ligado a lo sucio, a lo vergonzoso ya todas las demás expresionde de la parte negativa del ser humano.
En resumen, intenta lo que para ti sea valioso y verás que, como ya los has comprobado en más de una ocasión, transitarán por el sendero del éxito.
Recibe un abrazo de tu amigo, Roberto Gómez Bolaños.
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