Los huevos y los conejos de Pascua son más que un símbolo festivo, representan un dinamizador económico importante para el sector del comercio estacional
La llegada de la Pascua, el 20 de abril, pone en funcionamiento una de las cadenas de abastecimiento más dinámicas del calendario global: la de los huevos y los conejos de chocolate.
Desde las plantaciones de cacao hasta las góndolas en los supermercados, estos productos recorren miles de kilómetros y atraviesan múltiples procesos logísticos que garantizan su presencia en una de las celebraciones más esperadas.
El circuito de distribución es un mecanismo complejo que involucra cultivos, centros de procesamiento, producción masiva de envoltorios, distribución en frío y una carrera a contrarreloj para que los productos lleguen frescos y en óptimas condiciones a los centros comerciales.
De la semilla a la barra: un viaje de transformación
El punto de partida de esta cadena está en las plantaciones de cacao. La cosecha de los granos, que se realiza mayormente a mano, es un proceso que requiere planificación anticipada: para que el chocolate esté listo para Pascua, la recolección comienza a mediados del año anterior.
El chocolate, a menudo asociado a la artesanía europea o a la producción africana de cacao, tiene sus orígenes en América Latina. Las antiguas civilizaciones mesoamericanas, como los mayas y los aztecas, cultivaban el cacao y lo reverenciaban como el “alimento de los dioses”, sentando las bases de la rica herencia del chocolate que sigue prosperando en la región hoy en día. Estas culturas usaban el cacao en varias formas, desde bebidas ceremoniales hasta ofrendas a sus deidades, y a menudo se utilizaba como moneda y se consideraba un símbolo de riqueza y estatus.
Hoy en día, América Latina produce el 20% del cacao del mundo, cuenta con la mayor diversidad genética de plantas de cacao. Esta diversidad da lugar a sabores audaces y variedades resistentes que están remodelando silenciosamente el futuro del chocolate.
Una vez cosechada, la materia prima atraviesa un proceso de fermentación y secado, seguido por el transporte hacia los centros de procesamiento donde se transforman en pasta de cacao y manteca de cacao. Estos derivados se trasladan posteriormente a plantas de producción que pueden llegar a fabricar hasta 1,500 huevos de chocolate por hora.
El siguiente eslabón clave de la cadena se encuentra en los envoltorios. El papel metalizado y los empaques plásticos protectores no solo tienen una función estética, sino que también conservan la frescura del chocolate y lo protegen durante el transporte. Un huevo o un conejo de Pascua pueden recorrer miles kilómetros desde la producción hasta el consumidor final, dependiendo del país de destino.
La carrera logística: distribución y almacenamiento en frío
En una temporada marcada por la alta demanda, la eficiencia logística se convierte en una pieza fundamental. El transporte de los huevos de Pascua requiere condiciones de temperatura controlada, especialmente en países donde el clima en abril comienza a elevarse con la llegada del otoño o la primavera, según el hemisferio.
Durante las semanas previas a la celebración, los centros de distribución operan a plena capacidad. Según datos de operadores logísticos internacionales, la distribución de productos estacionales como los huevos de chocolate aumenta hasta 40% respecto a otros meses del año. Además, los envíos internacionales deben sortear desafíos adicionales como congestiones portuarias, demoras aduaneras y regulaciones específicas para el transporte de alimentos.
Sostenibilidad: el nuevo eje de la cadena de Pascua
La creciente conciencia ambiental también impacta en la logística de los huevos y los conejos de Pascua. Gracias al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), una gran cantidad de empaques de productos de temporada ya son biodegradables o reciclables. Esto permite reducir considerablemente los desechos plásticos que históricamente se generaron durante esta celebración.
Pero la sostenibilidad no se limita solo al embalaje. La incorporación de soluciones de trazabilidad en tiempo real contribuye a optimizar las rutas de distribución.
Además, los centros de distribución han comenzado a incorporar vehículos eléctricos para el reparto urbano, una medida que contribuye a mitigar la huella de carbono especialmente en la última milla, donde se concentra la mayor parte de las entregas por comercio electrónico.
El impacto de la producción en la sociedad
Los huevos y los conejos de Pascua representan un dinamizador económico importante para el sector del comercio estacional. En términos laborales, se estima que alrededor de 150,000 personas participan directamente en la cadena de producción y distribución a nivel global, desde agricultores hasta repartidores.
En la vida diaria de las personas, esta compleja red de abastecimiento se traduce en la posibilidad de mantener una tradición que trasciende fronteras. Para las familias, encontrar este producto en las góndolas no solo significa mantener viva una costumbre, sino también acceder a una unidad que, gracias a la eficiencia logística, mantiene su calidad y frescura sin importar la distancia recorrida.
Otros retos para los huevos y el conejo de Pascua
Hoy día, los huevos y los conejos de Pascua se enfrentan a preferencias de clientes muy diferentes. Los niños no solo esperan encontrar huevos de colores en sus canastas de Pascua, sino también juguetes y dulces indica all things Supply chain.
Si bien México no tiene tan arraigada la tradición de los conejos y los huevos de Pascua, sí es una festividad que va ganando terreno. Hoy por hoy, la Pascua es la segunda ocasión más grande de comer dulces en Estados Unidos (EE.UU.) y los regalos de Pascua más populares son los huevos o los conejos de chocolate y los caramelos. Según la Asociación Nacional de Confiteros, en estas fiestas se consumen alrededor de 3,175’146,590 de kilogramos de dulces, con un valor de más de 2,100 millones de dólares.
Para satisfacer las necesidades del consumo en Estados Unidos, en esta fechas, alrededor de 70% de los dulces comprados para la Pascua son de chocolate.
- 90 millones de conejitos de chocolate se producen anualmente en Estados Unidos.
- El 76% de los estadounidenses cree que las orejas del conejito de chocolate deben comerse primero.
- 4 mil millones de huevos de chocolate se producen cada año en Estados Unidos.
- El huevo de Pascua más grande hecho de chocolate y malvaviscos tenía más de 7.62 metros de alto y pesaba 3945.34 kilos.
- En Estados Unidos, alrededor de 16 mil millones de caramelos se consumen durante la Pascua. Si todos los caramelos se alinearan de extremo a extremo, podrían rodear el mundo casi tres veces.
- Según una encuesta realizada por la Federación Nacional de Minoristas, 9 de cada 10 consumidores que celebran la Pascua comprarán dulces para el día festivo, y cada uno gastará un promedio de 20.66 dólares en dulces.
Negocios minoristas
Finalmente, la Pascua crea grandes negocios para los fabricantes de dulces, minoristas y todas las demás partes involucradas en la cadena de suministro de confitería.
La cadena de suministro de confitería es interesante y compleja, e involucra a miles de contribuyentes y muchos puntos de almacenamiento de inventario.
Por ejemplo, los productos de chocolate, como los conejitos de chocolate que vemos en esta época del año, comienzan con materias primas como el azúcar, el cacao y la leche producida en granjas de todo el mundo.
Desde allí, estas materias primas se envían a través de agentes de distribución a instalaciones de fabricación a gran escala.
Luego, se refinan y se envían a las instalaciones de fabricación de productos. Las compañías de gestión de marca luego combinan estos materiales para hacer los productos que conocemos.
Los productos a menudo se almacenan en almacenes antes de ser enviados a los minoristas. Este proceso requiere mucha coordinación y una red de flujo de material eficiente para mantener los costos bajos y asegurar que los productos lleguen a las tiendas a tiempo.
Un poco de historia: Origen de la Pascua y los dulces
Los huevos fueron una parte integral de las celebraciones paganas de Pascua y se transformaron en símbolo de renacimiento en muchas culturas.
En el año 1680 fue la primera vez que se publicó una historia sobre un conejo escondiendo huevos en un jardín.
El primer huevo de Pascua de chocolate se hizo en Europa a principios del siglo XIX. Francia y Alemania tomaron la iniciativa en la fabricación de este nuevo tipo de confitería artística. Al principio, los huevos de chocolate eran sólidos, ya que todavía no se había inventado la tecnología para el chocolate moldeado producido en masa.
Los huevos de chocolate modernos fueron posibles gracias a dos invenciones: la prensa para separar la manteca de cacao del grano de cacao, inventada en 1828 por los holandeses, y la introducción de un cacao puro por Cadbury Brothers en 1866 en el Reino Unido.
Lo cierto es que la cadena de producción, distribución y comercio de huevos y conejos de chocolates en Latinoamérica es muy estacional, lo que crea un aumento de la demanda que alcanza su pico en pocas semanas. Este pico estacional presenta desafíos logísticos únicos para la industria del chocolate. Garantizar la entrega puntual y mantener unas condiciones óptimas para estos productos es crucial. El viaje desde las granjas de cacao hasta los pasillos de dulces implica múltiples etapas, incluidas la producción, el transporte, el almacenamiento y la distribución.
Una vez pasado el domingo de Pascua, la demanda de huevos de chocolate disminuye tan rápido como aumenta.
En México, el consumo de chocolate per cápita en 2023 fue de aproximadamente 5.9 kilogramos.
El consumo de confitería de chocolate fue de 0.7 kilogramos per cápita.
El mercado de chocolate en México experimentó un crecimiento del 20% en ventas en 2023, a pesar de la crisis que enfrentó el cacao.
El valor total de las importaciones de chocolate a México en 2023 fue de 341.46 millones de dólares, un aumento de casi 21% en comparación con el año anterior.
El intercambio comercial total de cacao y sus preparaciones en México en 2023 fue de 1,513 millones de dólares.
Las entidades federativas con mayores ventas internacionales de chocolate y otras preparaciones alimenticias que contienen cacao en 2023 fueron Nuevo León, Jalisco, Tamaulipas, Ciudad de México y Baja California.
Los países con mayores compras internacionales a México fueron Estados Unidos, Canadá, Guatemala, Alemania y El Salvador.
La industria chocolatera trabaja para reponerse desde la pandemia; en el mercado mexicano se esperaba un crecimiento de 10% en 2024, apoyados en el fortalecimiento del consumo interno.
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