Jorge Caballero
Periódico La Jornada
Domingo 20 de abril de 2025, p. 6
En San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, los periodistas Concepción Villafuerte y Amado Avendaño se vieron inmersos en el levantamiento zapatista de 1994. Su compromiso con la verdad los llevó más allá del periodismo, al involucrarse en la política y la lucha por los derechos indígenas. Después de 30 años su nieto, Maurico Avendaño, presenta su historia en el documental Fantasmas con armas, que ofrece una visión íntima de este germinal periodo en la historia de México. Fantasmas con armas forma parte de la más reciente entrega del festival de documentales Ambulante.
En entrevista con La Jornada, Mauricio Avendaño mencionó: En mis manos cayó un material inédito del conflicto del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), cuando tomaron San Cristóbal de las Casas en 1994. Pensé que era muy importante agarrarme de ahí para contar la historia de mis abuelos y hacer la película. Tenía los medios, el resto de los materiales de archivo que junté a lo largo de los años, de las familias de comunicadores y periodistas. Estaba sentado en una mina y no me había dado cuenta de que realmente el trabajo de mis abuelos es parte de la historia
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Para Avendaño, cuando reunió todo el material, evidentemente cambió la perspectiva que tenía de mis abuelos de dos formas: por un lado, siempre los vi como dos personas a los que toda la comunidad quería. Otra cosa de la que me di cuenta, fue de ese gran espíritu de lucha que tenía mi abuelo, no era únicamente un señor al que saludaba todo el mundo, sino que también veía las injusticias y tenía esa pasión por tratar de hacer un mundo mejor. Eso sí me cambió mucho la perspectiva de cómo veían a mis abuelos, además de ser consideradas buenas personas, eran dos gentes genuinamente invaluables, los que logran cambiar las circunstancias de este país y de los que podemos aprender mucho y de los que ya no hay
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Memoria cíclica
Mauricio confiesa que ese primer impulso para hacer el documental fue un ejemplo de memoria cíclica, porque cuando empezamos a perder los recuerdos de lo que ya sucedió, se vuelven a repetir las cosas. Es interesante ver cómo con el tiempo este evento que fue tan importante, pero también tan localizado en México, resuena en todo el país y en todo el mundo. En su momento, el movimiento del EZLN tocó el corazón de muchos países y lo sigue haciendo, y esto es lo que mantiene viva esta historia y por consecuente la de mis abuelos Amado Avendaño y Concepción Villafuerte, que sembraron su lucha en muchas personas y las puedes encontrar en cualquier parte de Chiapas
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▲ El movimiento del EZLN tocó el corazón de muchos países y lo sigue haciendo, y esto es lo que mantiene viva esta historia y por consecuente la de mis abuelos Amado Avendaño y Concepción Villafuerte
, comentó el director Mauricio Avendaño.Foto gramas del documental
En Fantasmas con armas, el director Mauricio Avendaño ve muchas cosas del México actual, son diferentes los nombres y los sustantivos, pero al final del día son historias de personas que están poniendo la cara frente a lo que ellos creen que es incorrecto y a las injusticias. Nunca van a desisitir de luchar por eso
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Concepción Villafuerte es el hilo conductor del documental. Avendaño cuenta que “no tuvo la oportunidad de ver la película, falleció antes de que la hubiera terminado. Pero aunque la hubiera terminado, ella me dijo que no la iba a ver porque era una cosa de su vida muy cruda y que no quería revivir. Me dijo: ‘la verdad no quiero ver esta película porque seguramente me causará mucho dolor’. La entiendo porque ella tenía una personalidad muy recta y nunca le gustó hacerse la víctima. Ella murió justo al mes de concluir la película”.
El documental ya tuvo algunas exhibiciones, y resaltan las opiniones que ha recibido Mauricio Avendaño de los que estuvieron en ese momento en 1994 y que conocieron a sus abuelos, “algunos me han tocado el corazón, pero el que más, fue una vez que proyectamos el documental en la Cineteca Nacional. Se me acerca una chica del Colegio Maya y me comentó que sus abuelos también habían participado en la lucha zapatista y perdieron su vida, y que a ella le parecía una catarsis haber visto Fantasmas con armas. Me confesó que había otras historias como la de mis abuelos que tendrían que salir a la luz, así como dar a conocer las miles de caras de los que murieron en la guerra. Ella estaba muy agradecida por este intento de preservar la memoria. Por otra parte, en ese momento sentí la verdadera magia del cine y del arte, tener estos momentos de empatía con gente que no conocemos de otras razas, de otros lados del país, de otras culturas, y ese encuentro con esa chica fue para mí un momento mágico”.
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