China no solo está triunfando en el mercado europeo de los coches eléctricos. Busca hacerse con el control global y, para eso, ha establecido una asociación tecnológica que da miedo. Hoy por hoy, la recarga de los vehículos eléctricos es uno de los puntos más débiles de esta tecnología.
Aunque los usuarios ya están familiarizados con la idea de que pronto el coche eléctrico será la única opción posible, se resisten a gastar su dinero en piezas que los dejen “tirados” en mitad de la carretera.
Si bien los últimos años han estado marcados por un gran crecimiento en el campo de la movilidad eléctrica, todavía hay zonas del mundo con una escasa infraestructura de carga, motivo por el que un gran número de compradores potenciales decide cambiar de parecer.
A esta problemática se le suman otras situaciones poco gratas relacionadas con la recarga de vehículos eléctricos.
Algunos ejemplos son la posible existencia de demasiada tensión en el cable de carga, pantalla apagada en el cargador, demasiada lentitud de carga, atasco del enchufe, no reconocimiento entre el cargador y los cables o inoperatividad del punto de recarga.
Sin embargo, China parece llevar ventaja, ya que es común ver sus calles plagadas de modelos eléctricos de última generación, escenario que pretende llevar al mundo entero con un ambicioso proyecto.
China busca reinar con sus coches eléctricos
NIO, uno de los fabricantes de coches eléctricos más poderosos de China, y CATL, líder mundial en la producción de baterías, han unido sus fuerzas para desplegar una gigantesca red de carga de intercambio de baterías.
Su objetivo es instaurar una red de intercambio de baterías para automóviles de pasajeros, la más grande y avanzada del mundo. CATL ya cuenta con su propia red de estaciones de intercambio de baterías en el gigante asiático, con el objetivo de sustituir a largo plazo las estaciones de servicio convencionales.
El intercambio de baterías es clave en la estrategia de NIO. La empresa ha dado indicios de que esta es una alternativa viable a la carga convencional.
Lo ha hecho tanto en territorio chino como europeo ofreciendo tiempos de recarga mucho más cortos de los que estamos acostumbrados a ver, incluso contemplando las 5 mejores opciones actuales.
Promesas del nuevo proyecto de recarga eléctrica de China
NIO y CATL ya han demostrado que hacen un buen equipo. Antes de su inicio ya habían colaborado juntas en varias propuestas para fomentar la tecnología de baterías y extender su alcance hacia nuevos mercados.
Con este nuevo proyecto, ambas firmas planean implantar la red de intercambio de baterías más destacada del mundo. El acuerdo quedó oficializado con la firma el pasado 17 de marzo en Ningde, Fujian, China.
Estipula que NIO y CATL trabajarán de la mano para afianzar e incentivar el uso de intercambio de baterías a nivel internacional.
De acuerdo a la información aportada en su comunidad oficial, se fijarán estándares de batería unificados para simplificar la interoperabilidad entre diversos fabricantes. Además, se incorporarán las redes de intercambio de baterías de ambas empresas, agilizando su expansión.
CATL proporcionará soporte a NIO en la proliferación de nuevas estaciones de intercambio y en la aplicación de la tecnología Choco-Swap en las futuras piezas de Firefly, la nueva submarca de NIO.
China se adelanta al futuro con su red de carga de intercambio de baterías
El propósito de esta alianza es mucho más que hacer accesible y eficiente el intercambio de baterías para los clientes de NIO. Se busca beneficiar también a los usuarios que se mueven con pieza de otros fabricantes.
Con este enfoque, un importante número de conductores podría beneficiarse de esta tecnología descartando uno de los desafíos más devastadores de la movilidad eléctrica: los tiempos de carga.
China podría ser testigo de un cambio trascendental en el mercado con la decisión de estas compañías, que quieren conquistar el mundo. En simultáneo, la compañía china Xpeng asegura que es posible cargar 1 km por segundo y lo demostrará en este plazo de tiempo.
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