Samuel Eduardo Castillo Carlos es maestro de primaria en Playa del Carmen, Quintana Roo, y un día de abril recibió una videollamada que lo acercó a su sueño de saber cómo se siente estar en el espacio. Del otro lado del teléfono estaba Katya Echazarreta, la primera mujer mexicana en viajar al espacio exterior.
En esa videollamada, Katya le anunció a Samuel que había sido seleccionado para realizar su primer entrenamiento en microgrravedad, como parte del programa Vuela Conmigo en Gravedad Cero de Space for Humanity, una organización sin fines de lucro que realiza vuelos espaciales patrocinados con el fin de ayudar a las personas líderes a ampliar su visión para enfrentar desafíos.
Visiblemente emocionado y al borde de las lágrimas, Samuel, quien da clases en la Escuela Primaria José Fernández de Lizardo, agradeció la oportunidad de experimentar la microgravedad, ya que a pesar de no contar con una formación en el campo aeroespacial, “eso no quita la pasión y el deseo por descubrir todo lo que en nuestro vasto universo nos aguarda”.
Un espacio para acercar a las infancias al universo
Samuel se enteró de la convocatoria por las publicaciones de Katya Echazarreta en sus redes sociales, con el objetivo de orientar a quienes desearan participar. Para aplicar a la misma, los interesados tenían que subir un video respondiendo una pregunta clave: Si tuvieras la oportunidad de ir al espacio, ¿cómo lo utilizarías en beneficio de la Tierra?.
“Yo respondí que utilizaría la credibilidad de esa experiencia para impulsar la creación de un centro educativo con enfoque STEAM (las siglas en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas), un espacio que permitiera a las infancias acercarse al conocimiento del universo, un lugar donde pudieran investigar, jugar, intentar y fallar. Y si sus caminos no los llevan a las estrellas, no importa, porque estarían desarrollando habilidades que los convertirían en verdaderos agentes de cambio“, explicó.
Una oportunidad para beneficiar a la humanidad
Al responder la pregunta formulada para buscar un lugar entre los participantes del programa Vuela Conmigo en Gravedad Cero, Samuel Castillo destacó el potencial esta experiencia como una oportunidad para beneficiar a la humanidad desde donde él sabe hacerlo: las aulas.
“También aprovecharía la credibilidad de esta experiencia para impulsar reformas que fortalezcan nuestro sistema educativo. Reformas que no solo partan del papel, sino de la experiencia del aula y la interacción directa con las y los estudiantes. Que permitan una educación más sólida, humana y trascendental”.
El efecto de la gravedad cero
El 1 de junio de 2025, Samuel Eduardo Castillo Carlos abordó avión B-727 especialmente modificado, junto con otros 8 participantes de diferentes países de México, Canadá, Estados Unidos, Guatemala, Nicaragua y Panamá, y en compañía de Katya Echazarreta, la astronauta Sian Proctor, la investigadora Amanda Nguyen y la divulgadora científica Emily Calandrelli.
Durante algunos minutos, Samuel y sus compañeros experimentaron el efecto de la verdadera gravedad cero, ocasionado por la trayectoria del vuelo parabólico de la aeronave; en los momentos de microgravedad, los participantes pudieron flotar, dar vueltas y elevarse como si estuvieran en el espacio.
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