Históricamente los países y empresas han querido apropiarse de las fuentes energéticas pero cuando se trata de de controlar el viento, quién puede apropiarse de ese título. Veamos cómo es posible hacerlo.
Hasta ahora nadie había podido controlar el viento pero llegó esta empresa
La tendencia es que a futuro las formas de obtención de energías renovables experimenten cambios significativos porque se busca que haya una mayor eficiencia en la generación y continuidad. De allí que no causará sorpresa ver novedosos equipos y dispositivos con tales propósitos.
En el caso de la energía eólica se ha visto que han inventado nuevos diseños de aerogeneradores, generalmente con aspas de menor tamaño pero con una figura versátil y ergonómica que maximice la potencia.
Sin embargo, hasta ahora no se había visto que para producir mayor cantidad de energía eólica se construyera un dispositivo o equipo que contrariamente parece obstaculizar los vientos, es decir, ¡han propuesto construir murallas!
Nada más lejos de la realidad, la empresa noruega Wind Catching Systems (WCS) ha obtenido una certificación para el diseño de un parque eólico flotante denominado Windcatcher, el cual combina múltiples turbinas, lo que promete una mayor eficiencia.
Un sistema que atrapa el viento para duplicar la energía eólica
WCS ha creado un prototipo de sistema generador de energía eólica mediante una inversión de 900 000 dólares provenientes del fondo Enova de Noruega, adscrito al Ministerio de Clima y Medio Ambiente y suscribió un acuerdo con la gigantesca corporación automotriz General Motors, obteniendo la inversión de GM Ventures.
Se trata de un concepto de parque eólico marino flotante donde son reemplazadas las grandes turbinas convencionales por múltiples turbinas eólicas pequeñas de 1 MW, y se asegura que esto duplica la producción de energía.
El diseño único e imponente de este sistema de turbinas eólicas es similar a una «pared de viento flotante» y de acuerdo a reportes, estas novedosas turbinas facilitan una captación de 2,5 veces más energía por metro cuadrado de flujo de viento que un diseño de turbina estándar o convencional de tres palas.
Las pruebas indican, según reportan representantes de la empresa, que próximamente este sistema compuesto de pequeñas turbinas posibilite generar 40 MW de energía De allí que la empresa noruega haya iniciado el procedimiento de solicitud para una licencia de proyecto de demostración en la costa de Oygarden, en el suroeste del país escandinavo.
Una pared flotante resistente que produce hasta 126 MW de energía
El Windcatcher es un sistema modular que puede ampliarse o reducirse en función de las necesidades energéticas. Cada unidad está conectada a una subestación central, que luego transmite la electricidad a la red, pretendiendo con ello reducir el coste de la energía eólica flotante a 40-60 € por MWh.
Este sistema posee una fuerte estructura capaz de soportar las duras condiciones del mar abierto, y para evitar la colisión con las aves se ha pensado en colocar detrás de las turbinas un indicador visual. Por otro lado, el uso de un diseño flotante en lugar de uno de fondo fijo significa que el sistema se puede instalar en aguas mucho más profundas.
Todas estas consideraciones han hecho que la empresa haya recibido la Aprobación de Principio (AiP) de la agencia de clasificación global DNV, lo cual marca un paso importante hacia la construcción de una primera versión de unidad comercial, previéndose que el modelo de 40 MW sea el primero de cuatro unidades previstas en el proyecto.
En conclusión, no existe mucha preocupación mundial por el hecho de que una empresa en Noruega intente construir unas murallas de aerogeneradores que prácticamente levita para captar el viento marino, pues se están tomarán las previsiones para evitar que produzca un alto impacto ambiental.
Deja una respuesta