
▲ Fotogramas de la serie de Apple Tv+ Severance, en la que Christopher Walken interpreta a una persona agradable y romántica. Y soy gay
Adam White
The Independent
Periódico La Jornada
Martes 18 de marzo de 2025, p. 7
Todo el mundo cree poder imitar la voz de Christopher Walken con ese tono neoyorquino de ronroneo como el de un gato. Habla con la garganta. Alarga las vocales…
La gente se me acerca por la calle y me imita
, asegura Walken, de 81 años. Hablan como yo hablo
.
Abstruso, inquietante, Walken ha existido fuera del estrellato habitual por décadas. Hoy es una voz a emular, una imagen en una letra de rap o un bailarín en un videoclip de Fatboy Slim. En la pantalla, puede ser genial, sicótico, escurridizo, sabio. En su carrera ha encarnado a un emperador en la secuela de Dunas, a una hormiga en Antz y asesinos en muchas historias. Pocos actores pueden decir que aparecen en algunas de las mejores películas de todos los tiempos (Pulp Fiction; Annie Hall, El cazador) y algunas de la peores (Gigli; Kangaroo Jack). Pero pocos son Christopher Walken.
Ahora aparece como un octogenario gay en una serie bizarra que transmite la plataforma Apple Tv+: Severance, que –en su segunda temporada– cuenta la historia de un grupo de Godínez que decide entrar a un procedimiento quirúrgico para separar la mente en dos memorias: la vida personal y la vida laboral. Cuando los personajes entran a trabajar no tienen ningún recuerdo de su vida personal y viceversa. Nunca se encontrarán, ni siquiera recordarán nada del espacio del otro. Pero para los colegas Burt e Irving (interpretados con un anhelo tan dulce y maduro por Walken y John Turturro, quienes recibieron nominaciones al premio Emmy por su trabajo en 2022), algo ambiguo se cierne entre ellos: ya sea una atracción romántica que ya existe en el exterior o algo que quieren hacer real en el interior.
John y yo no somos muy diferentes a un matrimonio en la vida real
, ríe Walken. La pareja se conoce desde hace casi cuatro décadas. También han trabajado juntos en películas, normalmente en pequeñas comedias.
Por lo general no hago de bueno en las películas, pero ahora interpreto a una persona agradable y romántica
. Y soy gay, lo cual es una novedad. No es que sea algo importante, explica. La verdad es que no hago distinciones en ese aspecto. ¿Heterosexual? ¿gay? Eso nunca me ha resultado muy interesante. La gente se quiere
. Se encoge de hombros.
El papel amable
es el que más le sorprende. Porque va mucho más conmigo que todos los otros papeles que he interpretado
, reconoce. Se refiere a los sicópatas. Recordemos cuando empujó a Michelle Pfeiffer por la ventana de un rascacielos en Batman regresa o cuando interpretó al Jinete sin cabeza en la cinta Sleepy Hollow, de Tim Burton. Y ésos son sólo dos de muchos… Oh, empezó hace mucho tiempo
, sonríe. “Una de las primeras cosas que hice fue Annie Hall, donde interpreté a un tipo que quiere conducir en medio del tránsito infernal. Después hice The Deer Hunter, en la que me pegué un tiro en la cabeza. Y luego me identificaron con gente que tiene problemas… por decir lo menos”. Muy diferente a él, insiste. Los hechos de mi vida son que he estado casado durante más de 50 años, pago mis cuentas y vivo en una casa. Soy una persona muy normal
.
No se enfada muy a menudo, sobre todo cuando está en el plató. Es raro trabajar con alguien que no te gusta
, explica. “Ha pasado una o dos veces, pero es raro. Los actores solemos llevarnos bien. Somos como una tribu, una familia. De vez en cuando hay alguien a quien te gustaría empujar por las escaleras, pero…. juro que es sólo un pensamiento pasajero”.
Walken es de otro mundo. Sean Penn comentó una vez que intentar definir a Christopher Walken es como intentar definir una nube
.
Christopher ni siquiera se llama así. Es una especie de separación
, bromea. Soy Christopher, pero para un pequeño grupo de personas soy Ronnie
. Esas personas incluyen a sus amigos más cercanos y su esposa, la ex directora de casting Georgianne Walken, con quien se casó en 1969.
Trayectoria
Ronald Walken nació en Queens, Nueva York, de una madre y un padre que habían emigrado de Escocia y Alemania. Fue actor infantil desde los 5 años, se escapó para unirse al circo, domó leones y, a principios de los años 60, una bailarina de un club nocturno le aconsejó que se pusiera Christopher como nombre artístico. El teatro lo atrajo poco después, seguido de una serie de éxitos de cine en los años 70: interpretó a un seductor artístico en la comedia Next Stop, Greenwich Village; al hermano desquiciado de Diane Keaton en Annie Hall; al trágico veterano de Vietnam en El cazador, por la que ganó un Oscar al mejor actor de reparto en 1979. Esta última lo impulsó a la condición de protagonista. Está maravillosamente embrujado en la adaptación de la novela de Stephen King, The Dead Zone –que dirigió David Cronenberg–, como un maestro de escuela golpeado por premoniciones del futuro y una visión de crueldad paternal en el thriller policial At Close Range, estrenado en 1986.
Sin embargo, algunos de los mejores papeles de Walken son los secundarios o los pequeños cameos que rápidamente se convirtieron en su pan de cada día: el sórdido ejecutivo discográfico en Wayne’s World 2, un siniestro gusano nocturno en la historia de vampiros de Abel Ferrara, The Addiction; el exterminador cascarrabias en Mousehunt. O Catch Me If You Can, de Steven Spielberg, donde hace de un estafador.
La verdad, lo que más me gusta de ser actor es el tiempo que paso solo, aprendiendo los guiones, estudiándolos, aprendiendo los diálogos
, revela. Me lleva una eternidad aprender los diálogos, así que estar en la cocina con el guion en la mano es lo mejor que puedo hacer
.
Walken no se siente tentado por el retiro. Actuar es todo lo que hago
, reconoce. Si dejo de hacerlo, ¿qué haría? Hay gente que juega al golf, que escribe libros. Viaja, tiene hijos y nietos. Yo no tengo nada de eso, así que me pongo a trabajar. Pero cuando miras la historia del cine y el teatro, muy pocos actores dicen que han terminado
.
Los directores a veces se retiran, añade. Quentin dijo en alguna parte que no iba a hacer más películas, pero espero que no sea cierto
. Se refiere a Tarantino, quien prometió hacer solo una cinta más antes de tirar la toalla. Ambos se conocen desde hace tiempo: Walken recita dos de los monólogos más conocidos en el cine: primero el discurso sobre la mafia siciliana en True Romance (que culmina con Walken explotándole los sesos a Dennis Hopper) y luego la ridícula y escatológica historia de fondo del reloj de oro de un militar en Pulp Fiction. Hay una vieja cita de Tarantino, de la época de True Romance, en la que dijo que se sentía avergonzado
de que Walken hubiera pasado meses aprendiendo meticulosamente sus líneas hasta que fueran perfectas. Era casi intimidante que un actor tan fantástico se tomara mi trabajo tan en serio
, comentó el director.
Walken recuerda haber hecho algo similar para su papel en Tiempos violentos . Tuve el discurso durante unos cuatro meses y creo que tenía ocho páginas
, recuerda. Y sin importar lo que estuviera haciendo, pasaba una hora al día repasándolo y aprendiéndolo poco a poco. Y cada vez que llegaba al final, me reía. Porque su diálogo está todo ahí, en la página
.
Los presentó un amigo en común, el actor Harvey Keitel. “En ese momento yo estaba alojado en el Chateau Marmont y Harvey me dijo: ‘Hay un chico que tienes que conocer, es brillante’, y trajo a Quentin. Y recuerdo que era un poco tímido y parecía tener unos 12 años”, exclama Walken. Y pensé que Harvey había descubierto a este adolescente al estilo de Orson Welles. De todos modos, es fantástico
.
Siempre ha tenido ojo para los jóvenes talentos. Conoció a Penn durante el rodaje de At Close Range en 1985, y luego a su novia Madonna. Pasé mucho tiempo con ella porque estaba en el set y me agradaba
, dice. Poco después, asistió a la boda de la pareja. Es la única boda a la que he asistido en la que la gente saltaba de los arbustos con cámaras y había helicópteros volando por encima
, se ríe. También fue la boda más ruidosa a la que he asistido
.
Muchos años después de que ella y Penn se separaran, Madonna llamó a Walken para pedirle que apareciera en uno de sus videos musicales. Ella tenía el papel perfecto para que él lo interpretara. –Era el Ángel de la Muerte –sonríe Walken, irónico y espeluznante. ¿Porque quién más?
Traducción: Juan José Olivares
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