Para reemplazar el sistema operativo de tu dispositivo de Windows a Linux, lo primero que tendrás que hacer es escoger una distribución. Las más populares son Ubuntu, Linux Mint, Fedora y Zorin OS. Después, haz una copia de seguridad de tu disco duro para mantener todos tus archivos y descarga el archivo .iso de la opción elegida y mételo en un pendrive.
A continuación, mete la memoria USB en el ordenador y reinicia el dispositivo para entrar al BIOS / UEFI. Normalmente, acceder a ese menú oculto es tan fácil como presionar las teclas F2, D12, Del o Esc cuando estás encendiendo el PC. Luego, cambia el orden de arranque para que inicie desde el USB, guarda la configuración y vuelve a reiniciar el aparato.
Casi todas las distribuciones Linux permiten probar el sistema sin instalar. Hazlo y asegúrate de que todo funcione correctamente (WiFi, sonido, pantalla, etc.). Si todo va bien, dale a «Instalar» y decide si quieres eliminar Windows al completo o instalar junto al sistema. Por último, tras la instalación, actualiza el sistema, instala programas y personaliza la interfaz a tu gusto.
Transfórmalo en un servidor de almacenamiento privado
También puedes convertir tu viejo ordenador en un servidor de almacenamiento privado. Por lo general, los PC cuentan con una memoria interna bastante grande y, si funciona medianamente bien, conviene no dejarlo escapar y utilizarlo solo para guardar fotos, vídeos u otros archivos para liberar espacio de otros dispositivos que sí uses. Si no usas Internet ni descargas nada sospechoso de ser malware, no tendrás problemas de hackeos y puede ser una buena opción.
En lugar de pasar los archivos que quieras meter a través de Internet, de forma inalámbrica, lo mejor es utilizar un pendrive. Así, podrás pasar documentos, imágenes y más como si fuese tu propia nube privada con cientos de GB sin necesidad de pagar por este tipo de servicios.
Usarlo para retro gaming o emulación
Un ordenador con Windows 10 que no sea compatible con Windows 11 aún puede convertirse en una excelente máquina de videojuegos retro. Solo necesitas descargar un emulador como Batocera.linux y tendrás acceso a juegos clásicos de NES, PlayStation 1 y 2, Nintendo 64, Game Boy y más.
En suma, puedes conectar mandos o controladores Bluetooth o con USB para que conseguir una experiencia similar a la que tenemos desde una consola. Este truco es especialmente útil si tu equipo tiene una tarjeta gráfica integrada decente y al menos 4 GB de memoria RAM.
Conviértelo en un equipo para tareas específicas
Aunque tu PC no sea moderno, todavía puede ser un equipo funcional para ciertas tareas con Windows 10. Puedes configurarlo para que sea el primer ordenador de tus hijos, activando el control parental activado y solo con programas educativos o de entretenimiento específicamente pensados para niños o adolescentes.
Otro uso que le puedes dar es para descargar torrents o archivos grandes. Si te compras un ordenador nuevo, no querrás arriesgarte a instalar un virus informático con páginas web sospechosas. Lo ideal es resetearlo para que no tenga ninguna información tuya al alcance de posibles ciberdelincuentes y emplearlo únicamente para descargar ciertos documentos.
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