Desde la perspectiva de González, a ello se suma que los profesionales de la salud suelen expresarse con lenguaje técnico que el público en general no maneja. El resultado de este panorama es que quienes más saben, no están en línea. Y quienes menos saben, pero mejor se venden, dominan la conversación.
Médicos al Frente propone una solución
Para enfrentar este vacío, nace en México la iniciativa “Médicos al Frente”, una alianza entre YouTube Health y Mauricio González. El objetivo es capacitar a profesionales de la salud para crear contenido confiable, comprensible y sostenible en el entorno digital.
“No se trata de que los médicos se conviertan en influencers”, aclara González. “Se trata de enseñarles a comunicar su conocimiento con ética, con estrategia, y con herramientas modernas como la inteligencia artificial, para que puedan integrar su práctica médica con su presencia digital”.
La iniciativa contempla talleres, mentorías, herramientas de IA y formación ética.
“El liderazgo de la salud hoy se construye en redes sociales. Si no estamos ahí, perdemos la oportunidad de guiar a la sociedad hacia decisiones más informadas”, afirmó González.
Respecto al incentivo que el médico mencionó como necesario para que los profesionales de la salud encuentren atractiva la idea de compartir contenido en redes sociales, YouTube recompensa el material “de alta calidad” para monetización desde 2007 a través del Programa de socios de YouTube.
De acuerdo con Ochoa para que un médico tenga ganancias, además de avalar que es un profesional de la salud, debe tener su canal registrado y con un mínimo de 1,500 horas de reproducción públicas en los últimos 12 meses o 1.5 millones de vistas de Shorts. Estas visualizaciones deben ser públicas y hechas en los últimos 90 días, con contenido enfocado principalmente a información de salud.
No debe tener penalizaciones en los lineamientos de la comunidad en el canal, ni ser operado por una compañía farmacéutica, un proveedor de seguro médico, ni a una empresa de dispositivos o equipos médicos.
Finalmente, Ochoa y González coincidieron en que el futuro de la salud digital en México dependerá de la capacidad colectiva para cerrar la brecha entre conocimiento médico y comunicación efectiva.
“Los médicos deben volver al frente, liderar con evidencia y tomar su lugar en la conversación digital”, refiere González.
En una era donde la salud también se decide con clics, el reto no es solo tecnológico, sino profundamente humano, pues se trata de lograr que la verdad compita en condiciones justas con la viralidad.
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